Si su gato sigue yendo al baño pero no puede orinar, puede ser porque bebe menos agua durante mucho tiempo, por lo que no hay suficiente agua en el cuerpo para formar orina. En segundo lugar, cuando una gata está en celo, es fácil ir al baño con frecuencia y en posiciones irregulares. En este caso, el propietario no necesita preocuparse demasiado. Además, también puede ser causada por enfermedades del tracto urinario como uretritis, cistitis, cálculos uretrales y cálculos en la vejiga. Se recomienda que el dueño lleve al gato al hospital de mascotas para que lo examinen primero. Si es causado por factores de enfermedad, el dueño debe tratar al gato a tiempo.
1. Beber menos agua durante mucho tiempo
Si el gato suele llevar una dieta secay no le gusta beber agua, el agua en el cuerpo será baja y, naturalmente, no podrá orinar, y al gato le faltará agua. El pelaje también aparecerá seco y áspero, la piel perderá elasticidad y el cabello perderá su brillo original. Por tanto, el dueño debe animar al gato a beber más agua. Si al gato realmente no le gusta beber agua, también puede preparar algo de comida enlatada o sopa de pescado para reponer el agua del gato.
2. Estro
Cuando los gatos están en celo, también van al baño con frecuencia y ladran sin parar, especialmente en mitad de la noche. Esto es normal y los propietarios no deben preocuparse demasiado. Será normal una vez que la gata orine lentamente después de su período de celo. Por supuesto, si el gato no necesita reproducción, también puede llevarlo al hospital de mascotas para esterilizarlo antes de que entre en celo o en un período de celo escalonado.
3. Enfermedades del tracto urinario
Si se excluyen los problemas anteriores, el gato iEs probable que sufra enfermedades del tracto urinario, como uretritis, cistitis, cálculos uretrales, cálculos en la vejiga, etc. Puede provocar que los gatos tengan dificultad para orinar, micción frecuente y falta de orina. Si no sale nada de orina, se recomienda llevar al gato al hospital de mascotas para que lo catetericen a tiempo para aliviar la presión sobre la vejiga y tratar la enfermedad original al mismo tiempo. Si la vejiga está especialmente hinchada, lo mejor es comprobar si hay algún problema con los riñones y con los indicadores de electrolitos, ya que esta situación puede conducir fácilmente a una insuficiencia renal posrenal.