Por lo general, los perros no necesitan ir al cine porque no tienen conocimiento ni comprensión del contenido ni de la trama de la película. Sin embargo, en algunos casos, los dueños pueden llevar a sus perros al cine. Esto puede deberse a que el dueño quiere pasar tiempo con la mascota o a que algunos cines permiten perros en el área de visualización.
Sin embargo, cabe señalar que si el perro se comporta mal durante la película, como ladrar, morder a la gente, ladrar fuerte, etc., entonces el Se le puede pedir al propietario que se lleve al perro y abandone el cine. Por lo tanto, si el dueño quiere llevar a su perro a ver una película, debe conocer de antemano las normas del cine y los hábitos de comportamiento del perro para garantizar la seguridad y la comodidad durante la película.