El comportamiento agresivo de un perro a menudo depende de las diferencias individuales y de su formación. Algunas razas de perros se crían con instintos agresivos y de persecución de presas, y estos perros pueden mostrar un comportamiento agresivo hacia los conejos.
Sin embargo, muchos perros son entrenados como mascotas domésticas y, con una buena socialización y entrenamiento, generalmente se les enseña a no atacar a otros animales. Para que perros y conejos se lleven armoniosamente, se recomienda realizar un entrenamiento gradual de orientación y socialización, y supervisar su contacto para evitar que se active el instinto de presa del perro. Además, proporcione ejercicio y estimulación adecuados para reducir el deseo de ataque del perro, manteniendo así la convivencia pacífica entre mascotas.