En primer lugar, los perros que comen alimentos demasiado salados pueden desarrollar fácilmente hábitos quisquillosos a la hora de comer. Si las cosas siguen así, provocará desnutrición en los perros y afectará a su normal desarrollo físico. En segundo lugar, los perros pueden enfadarse fácilmente si comen demasiada sal, lo que puede provocar manchas de lágrimas, mal aliento, estreñimiento, heces blandas y otros problemas. Además, demasiada sal aumentará la carga metabólica sobre los riñones del perro, lo que puede provocar insuficiencia renal o nefritis en los perros.
Por último, comer demasiada sal puede provocar fácilmente la caída del pelo, cabello y inmunidad reducida de la piel. . La sal en la comida normal para perros es suficiente para satisfacer las necesidades diarias de los perros, por lo que todos deben tener cuidado de no alimentar al perro con otros alimentos salados.s.