La oliguria repentina de un perro puede deberse a que el perro no bebe suficiente agua y su metabolismo se ralentiza, lo que resulta en una disminución de la orina. El dueño puede inducir al perro a beber agua de forma adecuada y aumentar la cantidad de agua que bebe. Si el perro padece enfermedades del sistema urinario, también puede provocar oliguria, como cálculos en la uretra, cálculos en la vejiga, insuficiencia renal crónica, etc.
La oliguria repentina de un perro puede deberse a que el perro no bebe suficiente agua y su metabolismo se ralentiza, lo que resulta en una disminución de la orina. El dueño puede inducir al perro a beber agua de forma adecuada y aumentar la cantidad de agua que bebe. Si el perro padece enfermedades del sistema urinario, también puede provocar oliguria, como cálculos en la uretra, cálculos en la vejiga, insuficiencia renal crónica, etc.
La reducción de la producción de orina en perros también puede deberse a la falta de ejercicio o al clima frío, a una circulación lenta en el cuerpo y a otras posibilidades.La realidad es que el perro está de mal humor, cambia repentinamente a un nuevo entorno, etc., lo que puede provocar que haya una disminución en la producción de orina. Para este tipo de situación, el dueño de la mascota puede comprar algunos juguetes novedosos para el perro y luego tomarse el tiempo para jugar e interactuar con él, o directamente sacar al perro a caminar al aire libre, lo que puede deleitar el estado de ánimo del perro y acelerar su salud física. ciclo metabólico, incitándolo así a volver a orinar normalmente.