El perro se comió los huesos y murió al día siguiente
El perro murió un día después de comer huesos. Puede ser causado por rascarse los intestinos o por una obstrucción. Hay muchos peligros ocultos en el hecho de que los perros coman huesos y los dueños deben prestar más atención. Los huesos rayados pueden provocar hemorragia en los intestinos y el estómago del perro, provocando la muerte del perro. A los perros naturalmente les encanta masticar huesos, pero algunos huesos pequeños y afilados pueden rayar los intestinos, el estómago y el ano del perro, provocando su muerte. Pueden aparecer síntomas como vómitos con sangre y sangre en las heces y, en casos graves, el perro puede morir.
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Los propietarios no deben dar huesos que sean demasiado pequeños, de lo contrario el perro se los tragará accidentalmente, lo que provocará que se atasque y muera asfixiado. Al elegir huesos, debe prestar atención para evitar las extremidades de aves de corral. Los más habituales son los muslos de pollo, los muslos de pato y las alitas, especialmente las cocidas. Los perros pueden rascarse fácilmente los intestinos después de masticarlos. En segundo lugar, preste atención a la cantidad adecuada. Demasiados huesos pueden causar fácilmente una obstrucción intestinal. El calcio de los huesos no se absorbe fácilmente y, en casos graves, es posible que sea necesaria una cirugía para eliminarlo.