El vómito en un gatito de un mes puede ser causado por indigestión, infección por el virus del moquillo felino, infección por parásitos internos, etc. Se recomienda que el propietario utilice primero probióticos. regular adecuadamente el tracto gastrointestinal del gatito y luego observar su estado mental y apetito. Si todo es normal y no se vuelven a producir vómitos, puede que se trate de vómitos provocados por una indigestión y el propietario no debe preocuparse demasiado. Sin embargo, si no hay mejoría y se presentan síntomas como apatía, pérdida de apetito, diarrea y temperatura corporal elevada, debe llevar al gatito al hospital de mascotas de inmediato para que lo examinen, le diagnostiquen y le traten lo antes posible.
1. Indigestión
Los gatitos de un mes de edad se encuentran en la etapa de destete, por lo que deben prestar especial atención a su alimentación. Si se les alimenta directamente con comida para gatos, les provocará indigestión y vómitos. Caso. Por lo tanto, en esta etapa, no puedes alimentar directamente al gatito con comida para gatos. Si quieres alimentarlo, puedes darle de comer en muy poca cantidad, y es necesario remojarlo en agua tibia y dárselo al gatito para que se vaya adaptando poco a poco. Al mismo tiempo, los gatitos pueden recibir probióticos o medicamentos que favorezcan la digestión.
2. Infección por el virus del moquillo felino
Debido a que los gatitos de un mes todavía son relativamente jóvenes y no han sido vacunados completamente, su resistencia e inmunidad son relativamente pobres, por lo que se infectan con el virus del moquillo felino. La probabilidad es alta y también pueden aparecer síntomas como diarrea, falta de energía, falta de apetito, temperatura corporal elevada y sangre en las heces. El vómito suele ser comida para gatos, espuma transparente, líquido blanco, etc. En este momento, los propietarios deben prestar atención a la observación. Una vez que descubran que el gato tiene los síntomas anormales anteriores, deben acudir al hospital de mascotas para que lo examinen y diagnostiquen a tiempo. Después del diagnóstico, deben recibir tratamiento sintomático a tiempo.
3. Infección por parásitos internos
Debido a que los gatitos lamen por todas partes, también pueden infectarse con parásitos internos. Suelen provocar vómitos, diarrea, distensión abdominal, pérdida de peso y anemia. Si hay muchos síntomas, es posible que se extraigan los gusanos. Los dueños pueden revisar el ano y las heces del gato para ver si hay gusanos blancos adultos o huevos del tamaño de sésamo. Si los hay, el gatito sufre parásitos. En este momento, es necesario considerar desparasitar al gato, pero dado que el gato aún es relativamente joven al mes, la elección de los medicamentos es más rigurosa. Es mejor elegir medicamentos antiparasitarios con pequeños efectos secundarios y alta seguridad.