La repentina alienación de un gato de su dueño puede deberse a que el dueño ha sido agresivo o lo ha golpeado recientemente, por lo que le guarda rencor. En segundo lugar, también puede deberse a que el gato carece de la compañía de su dueño durante mucho tiempo, por lo que se vuelve retraído y poco dispuesto a interactuar con la gente. Además, si el dueño ha estado en contacto con otros gatos afuera, el gato también se pondrá celoso y enojado e ignorará al dueño. Además, si el gato suele ser muy cercano a su dueño, y de repente un día ignora a las personas, y su energía y apetito también son anormales, puede ser que el gato esté enfermo y no quiera prestarle atención al dueño porque no se siente bien. En este caso, se recomienda buscar tratamiento médico a tiempo. .
1. Guardar rencor
Si el dueño ha sido duro o ha golpeado al gato porque cometió un error recientemente, el gato guardará rencor y se alejará del dueño. En este momento, el dueño puede darle al gato algunos bocadillos que normalmente le gustan, y también puede jugar con él y convencerlo con sus juguetes favoritos.
2. Falta de compañía
Los gatos también necesitan compañía. Si el dueño no juega con el gato durante mucho tiempo, el gato carece de interacción con el dueño y la personalidad del gato empeorará. A medida que se vuelve cada vez más retraído y poco dispuesto a acercarse a los demás, naturalmente se alejará gradualmente de su dueño. Por lo tanto, no importa lo ocupado que esté el dueño, debe intentar pasar más tiempo jugando con el gato, lo que ayudará a profundizar la relación con el gato.
3. Enfadados
Los gatos tienen un olfato muy sensible. Pueden oler olores que nosotros no podemos oler. Si el dueño se contamina con el olor de otros gatos del exterior,entonces su propio gato se pondrá celoso y enojado e ignorará a su amo. Por tanto, si el dueño entra en contacto con otros gatos en el exterior, lo mejor es cambiarse de ropa y lavarse las manos al volver a casa, para no despertar el resentimiento de su propio gato.
4. Enfermo
Si el gato suele estar muy cerca de su dueño, pero un día de repente ignora a las personas, el dueño debe prestar atención, ya que probablemente el gato esté enfermo. Se recomienda observar atentamente el estado del gato para ver si hay pérdida de apetito, vómitos, diarrea, temperatura corporal elevada, etc. En caso afirmativo, buscar atención médica lo antes posible.