Si un gato sigue maullando después de cambiar a un nuevo entorno, puede deberse al miedo de abandonar repentinamente a su madre gata y sus compañeros. En este momento, puedes colocar objetos familiares alrededor del gato para reducir su miedo. Además, también puedes comprobar si hay suficiente comida o agua. Si está vacío, puede ser porque el gato tiene sed o hambre, por lo que sigue ladrando en el nuevo entorno. Al mismo tiempo, también es necesario observar si el gato presenta otros síntomas anormales además de maullar todo el tiempo, como depresión, pérdida de apetito, temblores por todas partes, fiebre, etc. Si se encuentra alguna anomalía, es muy probable que El gato está enfermo y debes llevarlo a la tienda de mascotas a tiempo. Tratamiento hospitalario.
1. Miedo
Los gatos se sentirán nerviosos y asustados cuando lleguen por primera vez a un entorno extraño, y extrañarán a su madre o a sus compañeros, por lo que seguirán ladrando. Este es un fenómeno normal. El propietario no necesita preocuparse demasiado. Puede acariciar suavemente la cabeza y el lomo del gato con las manos para calmar su estado de ánimo. Al mismo tiempo, prepara comida y agua para que el gato coma solo. Además, también puedes utilizar los bocadillos y juguetes favoritos del gato, como tiras para gatos, latas para gatos, palitos de té para gatos, etc., para jugar con el gato y desviar su atención.
2. Hambriento
Después de que un gato llega a un nuevo entorno, no se atreverá a buscar comida en un lugar con gente por miedo. Si sigue ladrando por la noche puede significar que tiene hambre. O sediento. Por lo tanto, después de que el gato llegue al nuevo hogar, el dueño debe preparar suficiente comida y agua para beber, y colocarlos en un área donde el gato se mueva con frecuencia, para que el gato coma en iEs propio cuando tiene hambre.
3. Enfermo
Si el gato sigue ladrando hasta que se vuelve ronco y no para, entonces debes considerar si el gato está enfermo. En este momento, el dueño debe prestar atención para observar si el gato presenta otros síntomas anormales además de maullar todo el tiempo, como depresión, pérdida de apetito, temblores, fiebre, etc., y llevar al gato al hospital de mascotas para que lo examinen y tratamiento a tiempo.