English Español Deutsch Français 日本語

¿Por qué el gato no come pechuga de pollo?

Conocimiento
Este artículo fue proporcionado por el veterinario Dr. Daniel Miller
Los gatos que no comen pechuga de pollo pueden deberse a que la pechuga de pollo no está fresca o no les interesa la pechuga de pollo. En este momento, se recomienda que el dueño no siga obligando al gato a comer esta pechuga de pollo. Puedes optar por cocinar pechuga de pollo fresca para el gato o darle algo de comida. Otras cosas, como pato, ternera, huevos, liofilizados, etc. Además, si el gato se acompaña de otros síntomas anormales, como apatía, vómitos, diarrea, estornudos, secreción nasal, tos, etc., puede ser una pérdida de apetito provocada por la enfermedad del gato. Se recomienda que el dueño lleve al gato al hospital de mascotas para que lo examinen a tiempo. Luego se administra un tratamiento sintomático según los resultados del examen.

1. La pechuga de pollo no está fresca

A los gatos no les gusta comer comida rancia. Si la pechuga de pollo preparada por el dueño para el gato no está fresca, el gato naturalmente se negará a comer. Por ello, los dueños deben intentar dar a sus gatos comida fresca y nutritiva, y tratar de no darles comida rancia y en mal estado para evitar provocarles molestias gastrointestinales, diarrea y vómitos.

2. No me interesa la pechuga de pollo

Si el gato ha estado comiendo comida para gatos y nunca ha comido pechuga de pollo, entonces se sentirá incómodo cuando solo coma pechuga de pollo. Estoy tan interesado que no quiero comer. Además, también es posible que el gato sea quisquilloso con la comida y encuentre desagradable la comida del dueño. El dueño puede intentar cortar la pechuga de pollo hervida en puré y poner un poco en la comida del gato, para que el gato se adapte poco a poco.

3. Enfermo

Si al gato le encantaba comer pechuga de pollo, pero de repente deja de comer pollo bDe lo contrario, el propietario debe prestarle atención. Es probable que el gato esté enfermo. Si este es el caso, el dueño también debe prestar atención para observar el estado mental del gato, si su orina y heces son normales y si presenta síntomas como vómitos, diarrea, estornudos, secreción nasal, tos, etc. Si se encuentran, se recomienda acudir al hospital de mascotas para su examen y tratamiento lo antes posible. Para no retrasar la condición.