Los gatitos que siguen maullando pueden deberse al hambre, a la falta de adaptación al nuevo entorno, a la sensación de frío, a la sensación de incomodidad, etc. En este momento, el dueño debe prestar atención a la observación. Si el gatito realmente tiene hambre, es necesario que le proporcione comida rápidamente. Si es porque acabas de llegar a un nuevo hogar y no estás acostumbrado al nuevo entorno, entonces necesitas pasar más tiempo con el gatito para ayudarlo a adaptarse al nuevo entorno y al nuevo dueño lo antes posible. Si hace frío, debes tomar medidas rápidamente para mantener al gatito caliente. Además, si descubre que además de maullar todo el tiempo, su gato también presenta síntomas anormales como pérdida de apetito y apatía, debe acudir al hospital de mascotas para que lo examinen y traten a tiempo.
1. Hambre
Cuando un gatito tiene hambre, seguirá ladrando, intentando recordarle a su dueño que le dé de comer. En este momento, el dueño debe prestar atención a si la leche de la gata es suficiente. Si la leche es insuficiente, el propietario puede alimentar artificialmente con leche de cabra en polvo o darle leche a la gata. Especialmente por la noche, el dueño debe tener más cuidado y levantarse cada 3 o 4 horas para alimentarse. una vez.
2. Inadaptado al nuevo entorno
El gatito que acaba de llegar al nuevo hogar se sentirá especialmente asustado porque no está acostumbrado al nuevo dueño y al nuevo entorno, por lo que seguirá ladrando. En este momento, el dueño debería dedicar más tiempo a ayudar al gatito a adaptarse al nuevo entorno. También puedes pasar más tiempo con él, lo que ayudará al gatito a familiarizarse más rápidamente con el dueño y a ganar una sensación de seguridad. Después de que el gatito se adapte al nuevo entorno y neSi tiene dueño, naturalmente dejará de maullar todo el tiempo.
3. Sentir frío
El cuerpo de un gatito todavía es relativamente frágil. Cuando baja la temperatura por la noche, seguirá ladrando porque siente frío. Si quieres recordárselo al dueño o a la madre gata, colócalo en un lugar cálido. Por lo tanto, el dueño debe prestar atención a mantener al gatito abrigado en momentos normales. Se recomienda darle unas almohadillas térmicas mullidas para evitar que se enfríe.
4. Malestar físico
Si el gatito se ha adaptado al nuevo entorno y de repente sigue ladrando, lo más probable es que sea causado por malestar físico. En este momento, el dueño debe comprobar cuidadosamente si el gato tiene otras anomalías, como tos, secreción nasal, vómitos, pérdida de apetito, letargo y otros síntomas. Una vez que se encuentre cualquier anomalía, busque atención médica a tiempo.