La gata sigue ladrando a su dueño después de dar a luz. Puede ser porque no tiene experiencia en dar a luz por primera vez, por lo que quiere pedir ayuda a su dueño de esta manera. En segundo lugar, también puede deberse al instinto de proteger al gatito, por temor a que el dueño le haga daño, por lo que el gato le ladra al dueño para expresarle una advertencia urgente. Además, algunas gatas pueden sentir mucho dolor debido a lesiones físicas después del parto y también pueden tener síntomas de ladridos constantes.
1. Pide ayuda
Si es la primera vez que una gata da a luz, porque no tiene experiencia y no sabe cuidar gatitos, perseguirá a su dueño y seguirá ladrando.ng, pidiendo ayuda. Algunas gatas pueden incluso optar por llevar el gatito directamente al dueño y pedirle ayuda. En este momento, el dueño debe ayudar a la gata a aprender a criar a sus bebés tanto como sea posible. Puedes sostener el cuerpo de la gata y restringir sus movimientos, y luego colocar al gatito cerca del pezón para ayudar a succionar la leche. Al mismo tiempo, puede consolar a la gata y elogiarla, y poco a poco la gata se acostumbrará y ya no resistirá. Si hay demasiados gatitos o la leche de la madre gata no es suficiente, puedes optar por la alimentación artificial con leche en polvo específica para tu mascota.
2. Instinto para proteger a los cachorros
Algunas gatas tienen un fuerte instinto maternal. Si el dueño toca a los gatitos con frecuencia, la madre gata tendrá una sensación de urgencia y actuará por instinto de proteger a los cachorros. Seguirá ladrando a su dueño para expresarle una advertencia urgente. Por lo tanto, se recomienda que los propietarios no toquen con frecuencia a los gatitos recién nacidos.para evitar destruir el olor del gatito, de lo contrario la madre gata podría alejarse del nido.
3. Dolor corporal
Algunas gatas sienten mucho dolor debido a las lesiones físicas después de dar a luz, y también pueden tener síntomas de ladridos constantes, especialmente las gatas que dieron a luz por cesárea. En este momento, el dueño debe prestar atención y observar si el espíritu y el apetito de la gata se ven afectados. Si hay apatía, pérdida de apetito, etc., entonces es necesario acudir al hospital de mascotas para un examen y tratamiento a tiempo.