La producción de orina extremadamente grande de un gato al mismo tiempo puede deberse a beber demasiada agua, cistitis, glomerulonefritis, pielonefritis y otras razones. Si es causado por beber demasiada agua, entonces es normal que se produzca más orina y, en general, no hay necesidad de preocuparse demasiado. Si la producción de orina anormal es particularmente grande y está acompañada de otros síntomas, como urgencia y dolor al orinar, se recomienda que el dueño lleve al gato a un hospital de mascotas habitual para recibir tratamiento a tiempo; de lo contrario, fácilmente retrasará el tiempo de tratamiento y afectará la recuperación del cuerpo.
1. Beber demasiada agua
Si un gato bebe demasiada agua, acelerará el metabolismo del cuerpo y promoverála excreción de agua del cuerpo a través de la orina, lo que da como resultado una gran cantidad de orina, que es un fenómeno fisiológico normal y generalmente no requiere medicación.
2. Cistitis
Causada principalmente por una infección bacteriana, se producirán síntomas como aumento de la frecuencia de la micción y dolor al orinar. A medida que avanza la enfermedad, la vejiga se hinchará, lo que afectará la producción de orina, lo que provocará una gran cantidad de orina a la vez; puede tratarse con antibióticos bajo la supervisión de un médico.
3. Glomerulonefritis
Es una enfermedad renal común, generalmente debido al daño glomerular causado por la genética y la infección. Pueden aparecer síntomas como proteinuria, edema corporal y presión arterial elevada. Cuando la afección empeora, dañará la función renal, afectará el metabolismo normal del cuerpo y provocará una producción de orina extremadamente grande. Puede tomar glucocorticoides, antibióticos y fármacos citotóxicos bajo la supervisión de un médico. Si la condición es mEs grave y se ha desarrollado. Para la enfermedad en etapa terminal, es necesario seguir los consejos del médico y someterse a un trasplante de riñón.
4. Pielonefritis
Si un gato sufre pielonefritis, le provocará daños en la pelvis renal y en el parénquima renal, provocando síntomas como aumento de la micción y hematuria. Es necesario tratarlo con antibióticos según las indicaciones del médico para controlarlo. El aumento de la inflamación reduce el daño a los riñones.
