1. Hambre
Si tienes hambre, tu abdomen gruñirá y sonará como diarrea. Es necesario mejorarlo comiendo alimentos, como comida para perros y pollo enlatado.Espere, cuando vuelva el hambre, los ruidos abdominales disminuirán gradualmente.
2. Comer en exceso puede provocar una mala digestión
Los perros son omnívoros y pueden comer carne, verduras y ciertos cereales, pero su función digestiva gastrointestinal es deficiente. , si come demasiado, puede afectar la velocidad de la motilidad gastrointestinal, provocando un sonido parecido a la diarrea en el abdomen. Es necesario controlar su ingesta y evitar comer en exceso. Generalmente, no se necesita medicación.
3. Resfriado abdominal
Si el abdomen es estimulado por el viento frío, provocará diarrea y dolor abdominal en el abdomen, y también habrá un gorgoteo en el abdomen. Es necesario realizar cuidados abdominales. Como medida para mantenerse caliente, también puedes darle a tu perro más agua tibia para aliviar las molestias locales.
4. Exceso de parásitos en el cuerpo
Cuando hay demasiados parásitos en el intestino, se acelerará la peristalsis del tracto gastrointestinal, se destruirá el ambiente intestinal y se provocará pérdida de peso.s y diarrea, y los perros suelen frotar sus nalgas contra el suelo para aliviar la picazón local. Si no se corrige a tiempo, puede provocar ruidos anormales en el abdomen, siendo necesario tomar medicamentos antiparasitarios según las indicaciones de tu médico para mejorarlo.
5. Enteritis
Se refiere a la inflamación intestinal causada por una infección microbiana y un desequilibrio inmunológico. Los síntomas típicos incluyen fiebre, heces con sangre, diarrea, etc. En casos graves, puede provocar desequilibrio electrolítico y deshidratación. , si no mejora a tiempo, provocará un gorgoteo en el abdomen. Puede tomar antibióticos y medicamentos antidiarreicos específicos para mascotas bajo la supervisión de un médico.
Durante el tratamiento se debe observar en todo momento el estado físico del perro. Si el perro no come ni bebe agua, se recomienda que el dueño lo lleve a un hospital habitual para recibir tratamiento a tiempo. De lo contrario, es fácil retrasar el tiempo de tratamiento y afectar el control de la enfermedad.