En la etapa inicial de la peste felina, los gatos suelen presentar síntomas como falta de apetito, vómitos persistentes y temperatura corporal elevada. Sin embargo, debido a que muchas enfermedades pueden presentar estos síntomas, es difícil diagnosticar el moquillo felino mediante síntomas clínicos tempranos. Por lo tanto, se recomienda que los propietarios acudan inmediatamente a un hospital de mascotas para un examen de enfermedades infecciosas una vez que noten anomalías en sus gatos para ver si están infectados con moquillo felino. Cuanto antes se trate al gato, mayores serán las posibilidades de curación.
1. Disminución del apetito mental
Los gatos sanos son más vivaces y activos, pero si se infectan con la peste felina, se deprimirán, dormirán durantedemasiado tiempo y no quiero comer. A medio plazo, este comportamiento será más evidente, pudiendo incluso dejar de comer o beber. Por lo tanto, si el gato no ha sido vacunado a tiempo y se acompaña de síntomas de falta de apetito y mental, se recomienda enviarlo al hospital de mascotas para que le realicen una detección oportuna de enfermedades infecciosas y un tratamiento oportuno después del diagnóstico.
2. Vómitos persistentes
Lo que normalmente vomitan los gatos suele ser moco blanco espumoso. Generalmente, después de vomitar una vez, no volverán a vomitar. El estado mental, el apetito, la orina y la defecación no se verán afectados. Los vómitos de la peste felina son continuos e ininterrumpidos y varían desde varias hasta decenas de veces al día. Generalmente, los vómitos son mocos de color amarillo verdoso con burbujas. En casos graves, pueden aparecer vetas de sangre en el vómito. Por ello, cuando un gato vomita con frecuencia, el dueño debe estar alerta de que el gato puede tener peste felina.
3. Aumento de la temperatura corporal
La etapa temprana de feliNuestra peste es muy similar a un resfriado. La temperatura corporal aumentará. Por lo general, la fiebre alcanzará entre 39,5 y 41 grados y continuará durante varios días. . Es principalmente un tipo de fiebre bidireccional. La primera vez que aparece la fiebre, la temperatura corporal es de unos 40 grados y luego desciende a la temperatura normal en unas 24 horas. Después de dos o tres días, la temperatura corporal vuelve a subir y alcanza los 40 grados. Por lo tanto, si tu gato tiene fiebre intensa, debes comprobar rápidamente si se trata de peste felina.