Para entrenar a un gato para que use un rascador, primero debe evitar que el gato arañe otros muebles de la casa y luego espolvorear hierba gatera en el rascador para atraer al gato. jugar. En segundo lugar, el dueño puede intentar cortarle las uñas al gato. Cuando el gato se siente incómodo con sus uñas, también acudirá al rascador para rechinar sus uñas. Además, si al gato no le gusta la ubicación actual del rascador, no lo utilizará, por lo que el propietario también puede intentar mover el rascador a otra ubicación.
1. Evita que los gatos arañen otros muebles
Si un gato está acostumbrado a arañar los muebles de casa, no le interesará mucho la arena para gatos. Por lo tanto, oLos propietarios primero deben evitar que los gatos arañen muebles como sofás y colchones en casa. También pueden rociar sobre estos muebles olores que no les gustan, como aroma de naranja, aceite esencial, etc. Si el gato aún araña el sofá u otros muebles, hay que detenerlo inmediatamente y criticarlo severamente. Con el tiempo, los gatos se acostumbrarán a utilizar postes rascadores.
2. Utilice hierba gatera para atraer
La mayoría de los gatos son irresistibles para la hierba gatera, por lo que los propietarios pueden espolvorear una pequeña cantidad de hierba gatera en el rascador para despertar el interés del gato. Evite que los gatos arañen los muebles de su hogar. Sin embargo, no se debe dar hierba gatera en exceso, ya que de lo contrario podría dañar el sistema nervioso del gato. Además, si la gata suele estar ansiosa o en celo, también puedes darle una cantidad adecuada de hierba gatera para aliviar el estado de ánimo de la gata.
3. Cortar las uñas del gato
Si las uñas del gato son demasiado largas, el dueño puede intentar cortarlas. Cuando el gato siente que sus uñas no están vMuy cómodo, también encontrarás un rascador para gatos para afilarte las uñas.
4. Cambiar la ubicación del rascador
Los gatos solo podrán afilar sus garras en lugares donde habitualmente se mueven por cuestiones de costumbre, por lo que el dueño puede optar por colocar el rascador en un lugar donde los gatos suelen preferir para rechinar las uñas o en un lugar familiar, como al lado del sofá, al lado del colchón o al lado del nido del gato. Si aún no te gusta el rascador, puedes intentar reemplazarlo. Puede que al gato no le guste el olor o el material del rascador anterior.
