Antes de dejar que un gato se bañe, el dueño primero debe calmar su estado de ánimo y dejar que se acostumbre al sonido del agua. Entonces debes prestar atención a la temperatura del agua y al método de baño. La temperatura del agua debe ajustarse a unos 38 grados. Luego sumerge al gato en el agua para empapar todo el pelo. Luego utiliza gel de ducha específico para gatos para masajear y limpiar. Finalmente, enjuaga completamente la espuma del gel de ducha y seca rápidamente el cabello con secador. Además, el dueño también puede darle al gato algunas recompensas de comida después del baño para que se enamore del baño.
1. Calmar el humor del gato
Porque a los gatos naturalmente no les gusta el agua, así que cuando bañamos al gato por primera vez, podemos ponerle la ca.Déjalo a un lado primero y mantente alejado de él. Abra el grifo para que el gato se acostumbre al sonido del agua y luego llévelo lentamente hacia el grifo. Recuerde no enjuagar a su gato directamente en la ducha, porque una ducha que se abre repentinamente lo cubrirá y le facilitará escapar.
2. Preste atención a la temperatura del agua y al método de baño.
Después de que el gato se adapte al sonido del agua, podemos ajustar la temperatura del agua a aproximadamente 38 grados y luego usar una mano para sostener la cabeza del gato. siéntase seguro, luego lávelo secuencialmente desde la parte posterior de la cabeza, el cuello, el abdomen, las extremidades, etc. Después del lavado, use un secador de pelo de bajo ruido para secar completamente el cabello. Tenga cuidado de no ser demasiado brusco al enjuagar, para no asustar al gato, y no vierta agua en los ojos y oídos del gato.
3. Dale algunas recompensas de comida
Después de bañar al gato, el dueño puede darle algunos bocadillos o estímulos enlatados, para que el gato entienda que habrá recompensa y gr.Con el tiempo el gato se enamorará del baño.
Nota: A la hora de bañar a un gato, es necesario utilizar un gel de ducha específico para mascotas. Nunca uses gel de ducha humano para evitar dañar la piel del gato. En segundo lugar, cuando los gatos se bañan, es necesario prestar atención a la temperatura del agua para evitar que la temperatura del agua sea demasiado baja y provoque que el gato se resfríe. Se recomienda controlar la temperatura del agua en torno a los 38 grados centígrados. Además, el pelo del gato debe secarse a tiempo después del baño para evitar que se resfríe y padezca enfermedades de la piel debido al pelo demasiado mojado.